Juan nos dice que a pesar de haber hecho tantos milagros, muchos continuaban no creyendo en Jesús. Eso se puede parecer a nosotros: hemos visto a Dios hacer tantas maravillas en nuestras vidas pero a menudo, cuando vienen los desafíos, sufrimos de amnesia y se nos olvida todos los milagros en nuestras vidas. Pero seguir dudando y olvidando se puede convertir en una manera de vivir, hasta convertirnos en personas incrédulas. En Ezequiel 11:19 Dios dice, que nos puede quitar el corazón de piedra y darnos un corazón de carne. Hoy él nos da la oportunidad de creerle, pues nadie que ha creído en él ha sido defraudado.